MADRE EMPRENDEDORA
- Trujillo Reporta
- 13 sept 2019
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Actualizado: 13 dic 2019
13 de septiembre del 2019
Fanny Larreategui Pinzón, una cajamarquina emprendedora con 34 años de edad, nos cuenta que, para llegar a tener una buena estabilidad familiar y económica, no fue nada fácil.
En el año 2000, Fanny tenía 15 años y cursaba el 3° año de secundaria.
Una mañana empezó a tener síntomas que jamás antes había sentido.
Asustada, decidió ir al hospital a hacerse unos análisis de sangre y así quitarse ciertas dudas que tenía en su interior, sin saber que le darían una noticia que cambiaría rotundamente su vida.
Al salir del hospital, arruga el papel con todas sus fuerzas y lo tira en el basurero de la salida. No sabía qué hacer, estaba embarazada. Lo que menos quería era decepcionar a sus padres y temía que su enamorado la deje sola.
Una tarde, decide contarle a su enamorado. Al ver su reacción ella se sorprendió, esperaba desprecio y no un abrazo acompañado de un “gracias, me haces el hombre más feliz del mundo”.
Eso hizo que ella se sintiera más tranquila y más segura de lo que iba hacer.
Fueron decididos a decirles a los padres de Fanny. Quienes, al escuchar la noticia, se pusieron a llorar.
Fanny empezó a vivir con su pareja y en el transcurso de los días, se dieron cuenta que la convivencia es muy difícil. Empezaron a trabajar para ir comprándole ropita a su bebé.
Eran las 9:00 am y empezaron los dolores para Fanny, su pareja llamó a toda la familia y la llevaron al hospital.
12:00 pm y los dolores iban aumentando.
5:00 pm, y se empezó a escuchar el llanto de un bebé fuerte y sano.
Una noche, pensando en un buen futuro para su hijo, juntaron todos sus ahorros y decidieron viajar a Trujillo.
Al llegar a Trujillo, se hospedaron en un cuarto por el Milagro.
A Fanny se le ocurrió la idea de vender desayunos cerca de las universidades.
Con ayuda de su esposo, empezaron a levantarse a las 3:00 am para preparar variedad de panes y de bebidas heladas y calientes.
El negocio fue implementándose y logrando una buena cantidad de clientes.
Actualmente, tienen 3 hijos y viven felices.
Para ellos, no es importante vivir de lujos, si no vivir en familia.
Giácomo Paredes Rojas
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